martes, 23 de diciembre de 2014

OH NAVIDAD

“Honraré la Navidad en mi corazón 
y procuraré conservarla durante todo el año”
- Charles Dickens




imagen Google.


Compras de última hora, siempre es lo mismo, tráfico, gente, filas interminables, en lugar de estar feliz sacan lo peor de uno, Navidad, fecha comercial, no lo podía creer, durante el año nos tratamos como enemigos y por un par de semanas nos amamos, eso es lo que creía, eso era lo que pensaba hasta ese día en que fui por un último ingrediente de la cena navideña, y entonces miré en todas direcciones y vi, familias felices, los padres buscando ese regalo de último momento, los niños corriendo por todos lados, escuché los villancicos en el sonido de la tienda departamental, los adornos navideños, todo ese ambiente que no todos pueden tener, la gente de pocos recursos, los enfermos, los que viven una pérdida, los que carecen de la libertad, los que están fuera de casa, los que no tienen trabajo, los que están en la calle, los no tienen motivos para celebrar estas fechas, los que matan las ilusiones de los niños, entonces hice mi reflexión y me dije, no me sobra el dinero y vivo al día, pero tengo empleo, no tengo casa propia, pero tengo quien me reciba con los brazos abiertos, no tengo cabal salud, pero sobreviviré si me cuido, nos tengo a mis tesoros conmigo, pero puedo ir a verlas, no lograré la paz mundial, pero puedo evitar hacer una guerra, no puedo acabar con la hambruna, pero puedo compartir mi pan, no soy un pretendiente envidiable, pero trato de enamorarla todos los días, no soy un hombre ejemplar, pero evito hacerle daño a mis semejantes, no soy el mejor amigo, pero evito ganar más enemigos, y entonces comprendí que más allá de una fecha comercial, la navidad es para reflexionar, si bien hay que hacerlo diario, en navidad es cuando lo hacemos de manera global.

No sé cuánto tiempo perdí en mi reflexión, pero la voz de la cajera agobiada por atender tanta gente me aterrizó en el mundo real, y cuando me estaba dando mi cambio con un mal semblante en el rostro tomé su mano con mi cambio en su mano, me miró por un segundo y le regalé la mejor de mis sonrisas para decirle ¡feliz Navidad!, a ella se le dibujo una sonrisa también y me fui a casa con la firme convicción de disfrutar con la gente que me permite estar con ellos en esta navidad, no sin antes prometerme valorar lo que tengo y lo que hay, y no lamentarme por lo que no tengo y nunca será.

P.D: Feliz Navidad les desean sus amigos Isai Alvarado y Lalo Vargas.

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